En el primer capítulo: Lorenzo Rivas, llega a la isla de Calambura. Es el primer embajador español en la pequeña República. No contaba el joven embajador encontrarse con un país en tan extrañas circunstancias. Un aeropuerto solitario y un muerto en su residencia le dice que su misión no va a ser fácil (Para leer todos los capítulos, pincha en novela colectiva).
Capítulo II: El mapa equivocado.
Por Teresa Domingo
Lorenzo no salía de su asombro. ¿Era posible que el ministro de defensa colombiano, José Manuel Santos, estuviera detrás del asesinato de aquel hombre? ¿Por qué? ¿Qué tenía en contra suya? Y lo más intrigante ¿qué hace este señor en la pequeña isla de Calambura?
Lorenzo vio como el Rolls se alejaba con el misterio en su interior. “¿Y ahora qué carajo hago?”. Lo primero que hizo fue acercarse al mueble bar…vacío. A la nevera…vacía también. Finalmente, al no encontrar nada para beber y tranquilizarse, encendió un cigarrillo y se planteó llamar a la policía. Sí era lo que tenía que hacer.
“¿Operadora? Soy Lorenzo Rivas, embajador de España (…) No, no con España, con la policía, por favor (…) ¿cómo que con qué policía? Pues con la que tengan ustedes, yo acabo de llegar (…) No, no se lo puedo decir. (…) Bueno pues gracias de todos modos”
Colgó. Así que no disponen de seguridad. La patrulla más cercana estaba a 5 horas en lancha. ¡¡5 horas!! Más le valía andarse con ojo si no quería acabar como…¡el conserje! Todavía estaba flotando en su piscina. Tendría que sacarlo el mismo de allí.
Bajó las escaleras y salió al jardín, rodeó la casa y llegó a la piscina, pero sólo encontró el agua teñida de sangre y un reguero de agua que iba hacia la playa. ¿Qué hacer? Se dispuso a seguir el rastro cuando vio en el suelo una tarjeta de visita mojada y arrugada. La cogió y leyó: “558 PARK ST. ROSE STUNTON. 17:00”. Miró el reloj, eran las 16:20, tenía tiempo de ir, ver quien era esa Rose Stunton y por qué estaba su tarjeta junto a un cadáver desaparecido. “Un momento, ¿qué carajo estoy haciendo? Debería avisar a la policía y no jugar a detectives, pero sólo queda media hora para la cita…”
No había más que pensar, su conserje había sido asesinado y ahora su cuerpo había desaparecido. Se acercó al teléfono “¿Operadora? Sí, el mismo, con la policía, por favor, quiero denunciar una desaparición”.
5 minutos más tarde Lorenzo se estaba cambiando el traje por un polo de sport, pantalones cortos y zapatillas, se puso las gafas de sol y se dirigió al 558 de Park St.
La policía llegaría como pronto a las 10:30, por lo que tenía tiempo para ir, ojear un poco y regresar a tiempo para la denuncia, así seguro que podía dar algo más de información.
Lorenzo caminaba deprisa, echando un vistazo de vez en cuando a un mapa que cogió en el aeropuerto. Llegó con diez minutos de antelación a la cita misteriosa.
En el 558 de Park St. Había un complejo de oficinas con un gran jardín en la entrada, con una fuente en el centro y dos bancos enfrentados junto a ella. Decidió sentarse y esperar. Sacó el mapa de su bolsillo y se puso a ojearlo, como disimulando. Se dio cuenta de que si aparecían las personas citadas no se iba a poder esconder en ningún sitio. Quizá estaría mejor situado a la entrada del jardín.
Se levantó del banco justo cuando una mujer avanzaba por el paseo en su dirección. Lorenzo se quedó alucinado. La mujer rodeó la fuente y se sentó frente a él.
SEGUNDO PERSONAJE: Es una cantante de discreta carrera pero suele aparecer en prensa por otras razones.
Capítulo II: El mapa equivocado.
Por Teresa Domingo
Lorenzo no salía de su asombro. ¿Era posible que el ministro de defensa colombiano, José Manuel Santos, estuviera detrás del asesinato de aquel hombre? ¿Por qué? ¿Qué tenía en contra suya? Y lo más intrigante ¿qué hace este señor en la pequeña isla de Calambura?
Lorenzo vio como el Rolls se alejaba con el misterio en su interior. “¿Y ahora qué carajo hago?”. Lo primero que hizo fue acercarse al mueble bar…vacío. A la nevera…vacía también. Finalmente, al no encontrar nada para beber y tranquilizarse, encendió un cigarrillo y se planteó llamar a la policía. Sí era lo que tenía que hacer.
“¿Operadora? Soy Lorenzo Rivas, embajador de España (…) No, no con España, con la policía, por favor (…) ¿cómo que con qué policía? Pues con la que tengan ustedes, yo acabo de llegar (…) No, no se lo puedo decir. (…) Bueno pues gracias de todos modos”
Colgó. Así que no disponen de seguridad. La patrulla más cercana estaba a 5 horas en lancha. ¡¡5 horas!! Más le valía andarse con ojo si no quería acabar como…¡el conserje! Todavía estaba flotando en su piscina. Tendría que sacarlo el mismo de allí.
Bajó las escaleras y salió al jardín, rodeó la casa y llegó a la piscina, pero sólo encontró el agua teñida de sangre y un reguero de agua que iba hacia la playa. ¿Qué hacer? Se dispuso a seguir el rastro cuando vio en el suelo una tarjeta de visita mojada y arrugada. La cogió y leyó: “558 PARK ST. ROSE STUNTON. 17:00”. Miró el reloj, eran las 16:20, tenía tiempo de ir, ver quien era esa Rose Stunton y por qué estaba su tarjeta junto a un cadáver desaparecido. “Un momento, ¿qué carajo estoy haciendo? Debería avisar a la policía y no jugar a detectives, pero sólo queda media hora para la cita…”
No había más que pensar, su conserje había sido asesinado y ahora su cuerpo había desaparecido. Se acercó al teléfono “¿Operadora? Sí, el mismo, con la policía, por favor, quiero denunciar una desaparición”.
5 minutos más tarde Lorenzo se estaba cambiando el traje por un polo de sport, pantalones cortos y zapatillas, se puso las gafas de sol y se dirigió al 558 de Park St.
La policía llegaría como pronto a las 10:30, por lo que tenía tiempo para ir, ojear un poco y regresar a tiempo para la denuncia, así seguro que podía dar algo más de información.
Lorenzo caminaba deprisa, echando un vistazo de vez en cuando a un mapa que cogió en el aeropuerto. Llegó con diez minutos de antelación a la cita misteriosa.
En el 558 de Park St. Había un complejo de oficinas con un gran jardín en la entrada, con una fuente en el centro y dos bancos enfrentados junto a ella. Decidió sentarse y esperar. Sacó el mapa de su bolsillo y se puso a ojearlo, como disimulando. Se dio cuenta de que si aparecían las personas citadas no se iba a poder esconder en ningún sitio. Quizá estaría mejor situado a la entrada del jardín.
Se levantó del banco justo cuando una mujer avanzaba por el paseo en su dirección. Lorenzo se quedó alucinado. La mujer rodeó la fuente y se sentó frente a él.
SEGUNDO PERSONAJE: Es una cantante de discreta carrera pero suele aparecer en prensa por otras razones.
28 comentarios:
es morena?
pasa de los cuarenta?
Miliiiiiiiii...Ya te vale tía, que no contestas ni nada, mira que te frío a preguntas jajajajaja. :)
No es morena.
Pasa de los cuarenta.
Es americana?
tiene mas de 40 años?
Es europea?
Mejor, mejor...Es italiana?
es carla bruni??
No es americana
Sí es europea
Tiene más de 40 años
No es italiana y no es Carla Bruni¡¡¡¡¡
es española??
Si no es morena, es rubia?
Sí, es española. Teresa debes preguntar una sola cosa.
Solo he preguntado una cosa...y la coma esta en su sitio :(
Lo que pasa es que quieres que lo adivine Vicente jajajajaja :)
está divorciada?
llevas razón, chica acida. Era sólo una pregunta. Siiiiiiiiii¡ Es rubia
No está divorciada
es andaluza?
No es andaluza
es karina??
No es Karina. Vicente, debes recordar todas las pistas anteriores. Estás cerca y no or lo de Karina. Haz memoria
¿Es Alaska?
¿Es Belén Esteban, què fuerte?
es madrileña?
Su marido es famoso?
No será viuda?
No es madrileña, ni viuda. Su marido es famoso
Menudo lío... a ver, el marido es futbolista?
Desde luego, le das una nueva acepción a la frase `mucha mili´. Este blog me tiene muy confundido.
El broder de tu carny
No contesto desde hace un rato, un verano casi. Azares, pleitos y desconexiones me apartaron del juego.
Os respondo, Vicente y acidgirl: Su marido es famoso pero no es futbolista.
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